Bartolomé Mongrell a su paso por Viver

Bartolomé Mongrell a su paso por Viver: una exposición para descubrir su obra en Viver

Bartolomé Mongrell Muñoz, nació en 1879 en Valencia, vivió y pintó profundamente conectado con su tierra. Pintor de una familia de artistas, primo de José Mongrell y de Rafael Contreras. Aprendió de grandes maestros como Arturo Almarch y, aunque coetáneo y amigo de Joaquín Sorolla,  forjó su propio camino.




Su pintura destaca por un tenebrismo cargado de sombras que, paradójicamente, logra capturar la luz y el color vibrante del Mediterráneo. Admirador de Velázquez, Ribera, Ribalta y Espinosa, así como de otros grandes del barroco, combinó estas influencias con un amor profundo por los paisajes, las tradiciones y la vida valenciana.




Mongrell fue, ante todo, un enamorado del campo y de la huerta. Pintó barracas, alquerías, retratos y escenas tradicionales con una sensibilidad que las dotaba de alma, situándolo al nivel de artistas como Sorolla o Benlliure, pero con su estilo propio.



Tanto mientras estuvo soltero, como cuando se casó  y tuvo un hijo y una hija, eligió Viver de las Aguas, en el Alto Palancia, según decía por su abundancia de agua, sus paisajes y sus servicios,  convirtiéndose en otro rincón especial y de inspiración para el artista. Los paisajes de Viver, con su tranquilidad y belleza natural, le ofrecían un espacio perfecto para captar la esencia de la tradición popular en cada pincelada.



En 1916, su hogar junto a la acequia de Mestalla se convirtió en el epicentro de su inspiración. La Guerra Civil le generó una gran angustia por el riesgo de perder su obra  y dejó de venir a Viver. Aunque una bomba alcanzó su estudio, no llegó a explotar, únicamente la metralla alcanzó uno de sus cuadros, cuyos impactos quiso conservar como testimonio de este suceso y de la brutalidad de la guerra.



Falleció en 1938  dejando un legado inigualable. Su vida y obra destacan por su personalidad única, su independencia artística y su vínculo profundo con las tierras valencianas.



 Entre sus obras más icónicas destacan los carteles de la Feria de Julio, como el de 1930, y sus retratos llenos de elegancia y expresividad. Mongrell  fue un artista que supo captar la identidad valenciana, la luz, las tradiciones y el espíritu de su tierra en cada pincelada, dejándonos en Viver la inestimable expresión de su obra, tanto en la casa de Paquita  como en el cuadro que pintó a Balbina.





Lo que encontrarás en la exposición:

El Espacio Cultural El Convento de Viver acoge una interesante exposición que nos acerca a la figura del pintor valenciano Bartolomé Mongrell. A través de dos proyecciones, los visitantes pueden conocer detalles fascinantes sobre su obra y su relación con nuestro pueblo.





  • Proyección de los frescos descubiertos: Hace más de 40 años aparecieron unos frescos en una casa de Viver, concretamente en la vivienda de Paquita. Estas pinturas murales, ocultas bajo capas de cal desde la Guerra Civil, fueron identificadas como obra de Mongrell gracias a estudios de la Universitat Jaume I. El Ayuntamiento ha digitalizado estas pinturas para proyectarlas en una de las salas del EC El Convento.


  • Breve documental con parte de la obra de Mongrell y los testimonios de Paquita sobre el descubrimiento de los frescos de su comedor y de Milagros, hija de Dolores Balbina, relatando el hallazgo del cuadro que Mongrell pintó de su madre siendo ésta una niña.


El día de la inauguración se pudo disfrutar de una Charla informativa a cargo de José Miguel Arce, profesor de Bellas Artes, sobre la vida y obra del pintor, ayudando a contextualizar su importancia artística.